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martes, 1 de enero de 2008

El argumento del respeto (Fe, parte III)

Cuando hablo de religión con muchos ateos y agnósticos, a menudo llegamos a la conclusión común de que la fe y la espiritualidad son atributos no sólo buenos, sino incluso deseables, de poder adherirse a ellos con la facilidad con la que uno se come una patata frita.

Sin embargo, después de cantar las alabanzas de la religión como elemento cohesionador de civilizaciones y proveedor de esperanza, es cuando aparece el argumento del...

R E S P E T O

¡PLONK!

El argumento del "respeto", etimologías aparte, viene a significar esto: "sí, sí, a mí me parece estupendo que la gente crea en Dios, pero que a mí me dejen tranquilo". O en versiones más pragmáticas: "tú a lo tuyo y yo a lo mío".

Lo que estas personas no entienden es que pedirle a un cristiano que te deje en paz es imposible. La semilla del cristianismo es eminentemente evangélica (como el sacramento del bautizo, aplicado a recién nacidos, y con lo que estoy absolutamente en contra, nos ha enseñado). El cristiano debe ser un apóstol de Cristo en la Tierra.

Este "deseo de evangelizar" no es algo que le aleje de otras confesiones y sectas. Los propios Cursillos de Cristiandad a los que tuve la suerte de asistir hace unos meses no son más que un intento de evangelización masiva y comprimida.

¿Por qué el cristiano intenta convencerte de que lo suyo er lo mejó? ¿Por qué pierde un tiempo que podría invertir en hacer el bien y acercarse más a su Dios? Parémonos un segundo y preguntémonoslo de verdad: ¿por qué lo hacen?

Vamos a intentar descubrirlo con un ejemplo.

Supuesto 1: Estamos en un pueblecito africano en el que la tasa de SIDA asciendo al 70%. Los hombres no quieren utilizar preservativo porque lo prohibe su religión. Sin embargo, siguen manteniendo relaciones sexuales sin tener en cuenta el peligro.

Supuesto 2: Una de nuestras primas ha probado el caballo y lo descubrimos por casualidad. Ella no quiere dejarlo, dice que le sienta bien y que es capaz de controlar el mono.

Supuesto 3: Un amigo nuestro es una buena persona, pero la vida sin fe en la que vive le va a privar de la Salvación. No entendemos por qué está tan ciego y por qué no es capaz de hacernos caso, con lo que sería más feliz y el día del Juicio Final se contaría entre los salvados.

¿Cuál es la diferencia entre estos tres supuestos? ¿Insistiríamos en los tres casos?

La diferencia, si existe, es que en los dos primeros supuestos la ciencia apoya con pruebas nuestras tesis, mientras que en el tercer supuesto no existe ningún tipo de prueba empírica, ni es probable que exista nunca. Claro que hace cincuenta años no se conocían las consecuencias de la heroína y hace treinta el sida apenas se conocía. ¿Significa esto que sólo deberíamos insistir cuando tengamos la seguridad de que lo que estamos defendiendo es La Verdad?

(Ah, "Verdad"... Bonita palabra. Hacedme caso: huid de todo aquel que manifieste estar en posesión de la misma. Si hay algo seguro es que "La Verdad" no existe. Sólo existen los puntos de vista.)

Pero volviendo al tema que nos atañe... Lo cierto es que los cristianos creen estar en posesión de la Verdad. Para ellos es tan claro que no son capaces de replantearse otra alternativa. Ellos "sienten" a Dios dentro de sí mismos. Incluso le han escuchado y algunos, los más privilegiados, le han visto. Amén de las múltiples manifestaciones que son capaces de ver todos los días, en detalles que a los demás nos pasan desapercibidos o, a lo sumo, consideramos meras coincidencias. En palabras de Mel Gibson en "Señales": "[...] Hay dos tipos de personas, los que piensan que las casualidades son simples coincidencias y que estamos solos en este mundo. Y luego están los que en estas casualidades ven señales de que hay alguien guiándonos y protegiéndonos [...]. Lo que debes preguntarte es en cuál de los dos grupos te encuentras [...]".


Efectivamente, pues, debemos llegar a la conclusión inefable de que el cristiano "sabe" sin dejar ningún espacio a la duda que Dios existe. Es más, el cristiano se devana los sesos preguntándose por qué los demás no somos también capaces de sentirlo.

(La teología lo explica mediante la "Gracia", que es algo que se nos da supuestamente en el bautizo, y que es la fuente de la que bebe la fe.)

La verdadera cuestión es, por tanto, si es lícito que el cristiano intente evangelizarnos, pareciendo así no mostrar nigún respeto por nuestras propias creencias, igual de respetables que las suyas. La respuesta, por supuesto es que SÍ. Igual que yo tengo derecho a defender mi ateísmo delante de ellos (aún a riesgo de destruir su esperanza), las similitudes estéticas y formales entre una asamblea de magos de la Tierra Media y una procesión en Silos... o la forma correcta de untar la mermelada en una tostada. El respeto a las opiniones va en todos los sentidos.

La evangelización no es más que una opinión manifestada desde el deseo de ayudar al prójimo, y tan sólo por el hecho de nacer de este deseo ya deberíamos considerarlo algo bueno. Como toda opinión, puede ser correcta o incorrecta, pero el día que alguien no pueda expresarla será el día en el que el fascismo campe a sus anchas en nuestro país. En palabras de Evelyn Beatrice Hall, "estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo". Y el que no entienda esto... una de dos: o es un fascista, o tiene miedo a que la opinión vertida por el otro sea cierta.

Y lo dice alguien que es ateo, pero que cree que el mismo respeto y la misma comprensión que pedimos para nosotros debemos concedérselos a todo el mundo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado leer el ejemplo que usas para explicar por qué muchos cristianos evangelizamos.
Es cierto que no tratamos de expresar nada más que lo que vivimos.
Y también estoy de acuerdo contigo en que hablar de la existencia de Dios tiene que ser igual de respetable que hablar de la no existencia de Dios o ateismo.

Pero, querido David, sigue costándome trabajo entender ciertas opiniones tuyas como:
"Para ellos es tan claro que no son capaces de replantearse otra alternativa".
Aunque no lo creas muchos de los cristianos que conozco son gente que busca la Verdad y que duda y que pasa rachas en las que no ven a Dios...
Y todos ellos a lo largo de su madurar deben plantearse otras alternativas e ir eligiendo el camino que crean correcto o verdadero.Y han elegido a Dios, después de un serio discernimiento.

También conozco otros cristianos que no se plantean nada más, pero en la "juventud" de la Iglesia cada vez hay menos sin inquietudes, que crean por "herencia".

Ay, David, nunca entenderé por qué citas en el mismo párrafo la palabra secta y Cursillos y por qué sigues citando lo de la Tierra Media.
Paso de crear polémica contigo pero alucino...

Da5id dijo...

No dudo que haya cristianos que tengan dudas, pero yo no los conozco o, al menos, nunca he sabido de sus dudas. Y aviso a los incautos que la palabra "discernimiento" que ha elegido Paz significa para la Iglesia cosas distintas que para el resto de los mortales. El discernimiento del que Paz habla se alcanza rezando. Así que ya me dirás qué clases de dudas pueden ser aquellas para las que la solución pasa por rezar.

Yo no estoy seguro de que entre los jóvenes de la Iglesia sea mayoritario el grupo que no creen por herencia, la verdad. Creo que la gran mayoría de esos jóvenes crecen y se educan en el seno de familias y ambientes próximos a la religión, como puede ser tu caso. No es imposible, pero sí difícil, que alguien nacido en un ambiente laico pueda convertirse en un ferviente creyente.

Por otro lado, me parece que no eres sincera cuando dices que no entiendes por qué cito la palabra "secta" y "Cursillos" en la misma frase. Creo que este post no es el lugar indicado para continuar esta discusión, pero tú misma estás de acuerdo conmigo en que los Cursillos siguen una estructura formal idéntica a la de una secta. Otra cosa es que considere que los fines de una secta y los de Cursillos sean distintos.

Y aún alucino conque no me dejes opinar sobre la semejanza estética entre la asamblea de magos de la Tierra Media y la procesión de Silos. Chica, qué quieres que te diga. Si se parecen se parecen. ¿Qué quieres que diga, que "no gira"? Pues no gira... (y sin embargo se mueve...) :)

Da5id dijo...

Releyendo mi comentario creo que me he pasado un poco en mi respuesta. No puedo arriesgarme a perder el 33% de mis lectores :)

Aunque pienso más o menos todo lo que he escrito, reconozco que he ido a la yugular. Así que lo siento, intentaré ser más comedido la próxima vez.

PD: Y por cierto, y la cita de Galileo es apócrifa...