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jueves, 28 de agosto de 2008

Relatividad - Sudáfrica II

La paradoja de los gemelos (o paradoja de los relojes) es un experimento mental que analiza la distinta percepción del tiempo entre dos observadores con diferentes estados de movimiento.

Esta paradoja fue propuesta por Einstein al desarrollar lo que hoy se conoce como la relatividad especial. Dicha teoría postula que la medida del tiempo no es absoluta, y que, dados dos observadores, el tiempo medido entre dos eventos por estos observadores, en general, no coincide, sino que la diferente medida de tiempos depende del estado de movimiento relativo entre ellos. Así, en la teoría de la relatividad, las medidas de tiempo y espacio son relativas, y no absolutas, ya que dependen del estado de movimiento del observador.

El transcurrir del tiempo es otra de las cosas difícilmente cuantificables que nos ha sucedido en Sudáfrica. Apenas hemos estado tres semanas, pero han parecido tres meses. El truco de la inmortalidad reside en el número de cosas que observas o haces por minuto, y en Sudáfrica la frecuencia era vertiginosa. No había horas muertas; ni siquiera había minutos moribundos. En su lugar había un millón de cosas que hacer y un millón de cosas que observar, consciente o inconscientemente.

El viaje ha sido una explosión de novedades dirigidas a todos nuestros sentidos, aunque en muchas ocasiones no lo percibiésemos conscientemente. El eco que producen las paredes de ploricloruro de vinilo de nuestras oficinas no existe allí. Los matices de luz absorbidos por el polvo africano parían diariamente atardeceres de una belleza inimaginable. El tacto de la tierra transformada casi en arena por los años de erosión, o el simple acto de tomar la comida con las manos, que nos hacía comulgar con ella, y cambiaba el sabor del arroz y del pollo, el sabor de las espinacas y el poorridge, de forma que se combinaban en una armonía de sabores que resonaba en la orgía de sensaciones a la misma frecuencia que el latir del universo.

Está demostrado que el tiempo psicológico transcurre de forma diferente en un niño que en un adulto. La explicación habitual es que el niño está bombardeado continuamente por sensaciones nuevas y educadoras, mientras que el adulto ha aprendido a filtrar aquellas que no le aportan valor y a quedarse solamente con las pocas que sirven a sus propósitos.

En Sudáfrica volvimos a ser niños. Aprendimos de nuevo el secreto de la inmortalidad. Y aunque cada día que pase en mi trabajo de consultor aleje ese secreto de mí una vez más, espero que un pequeño residuo de ese arcano permanezca en todos nosotros, para que siempre podamos seguir mirándole a la vida con los ojos inquisitivos de ese niño que todos llevamos dentro pero al que casi nunca dejamos salir.

martes, 26 de agosto de 2008

De vuelta a... ¿casa? - Sudáfrica I

A veces me enfrento a la necesidad de escribir un post informativo, que no sé cómo voy a empezar. Es en esos momentos en los que cualquier hebra de pensamiento puede darme la clave de cómo plantear o de cómo iniciar el artículo.

En este caso, solo tenía claro el título, pero al escribir la palabra "casa", la he tenido que poner entre interrogaciones. Porque, ¿cuál es verdaderamente mi casa? ¿A partir de qué momento se le puede comenzar a llamar a algo "casa"? En Sudáfrica han pasado muchas cosas, pero una de ellas es que me he encontrado como en casa a partir del segundo día en la misión de Waterval. No podría haber imaginado cuando llegué que esa letrina en el suelo, que esa ducha sin mamparas o que ese lavabo lleno de arañas pudiese considerarlo parte de mi casa, pero así ha sido.

Ayer llegué a casa y cuando vi mi habitación reconocía individualmente cada una de las cosas que allí había como mía, pero no en su conjunto. Aquello no era mi casa; Waterval sí.

Es una situación psicológica, lo sé, pero quería plasmarla en este artículo porque también es efímera, y no quiero que se pierda. Porque es un síntoma muy paradigmático de lo feliz que me he sentido en este viaje.

Sí, durante tres semanas me he sentido muy feliz. Más feliz y más pleno de lo que recuerdo haberme sentido en mucho tiempo. Una felicidad que probablemente también sea efímera, y que no tenga tanto que ver con el destino del viaje como con el viaje en sí.

Muchos de vosotros, cuando leéis este blog, no entendéis las cosas que quiero transmitir, porque es mi propia alma la que intento plasmar, y ese alma solo la conozco yo y, tal vez, otra persona. Probablemente algo parecido pasará con este post. Os resultará incomprensible, y con razón. En esas ocasiones, por favor, pensad que estoy escribiendo más para mí mismo que para vosotros, e intentad ser benévolos conmigo.

He vuelto de Sudáfrica y estoy más que bien. Sigo siendo ateo :)

Y estoy feliz.

miércoles, 20 de agosto de 2008

The Big 5

Ése es el nombre con el que tradicionalmente se ha denominado a los 5 animales más difíciles de cazar a pie.

Todos ellos nos estarán esperando en el Kruger National Park, una de las reservas naturales más grandes y bellas del mundo.


Hoy puede ser el día que muchos de vosotros estábais esperando, cabrones: el día en el que gane un Darwin Award gracias a una muerte estúpida a manos (o garras) de un león :)

martes, 12 de agosto de 2008

Tú a Hollywood y yo a Moratilla

El viernes 25 de julio (fiesta en Madrid) me invitaron a ir a Moratilla de Meleros, en la provincia de Guadalajara, a un festival de arte contemporáneo sobre el cine de Hollywood como elemento generador de cultura y sueños.

El evento en principio pintaba fatal; lo organizaba la hermana de una amiga y vendían chapas y camisetas con el dibujo al revés para patrocinarlo, con lo que las dudas eran más que justificables.

Sin embargo, el resultado fue divertidísimo y muy original, y me lo pasé fenomenal. Os explico por qué.

En primer lugar, la chorrada de que el pueblo se estaba hermanando con Hollywood no era más que eso, una excusa, aunque fuese el gancho para que la iniciativa del festival llegase a muchos más medios de comunicación (salió en "El cine de lo que yo te diga" y en Antena3 por ejemplo).


En segundo lugar, era más una crítica contra el sistema hollywoodiense de exportación de cultura y creación de mitos que lo contrario, como yo me temía.

En tercer lugar, el evento estaba organizado por "artistas contemporáneos" (le pongo las comillas porque en realidad son estudiantes recién licenciados de Historia del Arte, lo cual por otra parte no le quita demasiados atractivos a la exposición). Con lo cual más que hablar de cine se saborearon las obras de los organizadores. Lo cual es bueno: prefiero que un artista conceptual me hable de arte contemporáneo que de historia del cine, aunque me guste más el cine que el arte contemporáneo.

En cuarto lugar, aunque el arte contemporáneo no me gusta por lo general, había obras bastante interesantes o, al menos, divertidas. En muchos casos no lo llamaría tanto arte como "juegos". Por ejemplo, el Medvedkin 2.0 (básicamente se trataba de una cámara ante la cual todo el pueblo podía pasar y decir lo que le diese la gana sin censuras). Una versión más divertida era el "pregonero", que consistía en una urna en la que todo el pueblo podía introducir un mensaje que sería leído al día siguiente sin censuras. He de decir que mi mensaje buscando novia y dando mi número de teléfono no tuvo mucho éxito :) Otra obra era la "Black box", en la que se hace una reflexión sobre la violencia y la censura bastante interesante. O el stand de las "Broken Dolls", sobre los mitos vivos que Hollywood se ha encargado de crear a costa de las personas que encarnaban esos mitos.

Pero sin duda, lo más interesante de todo fue el hecho de organizar una exposición de arte contemporáneo en las calles de un pueblo de menos de 100 habitantes. El choque cultural, como era de prever, fue brutal, aunque lo más sorprendente sin duda es que los que parecían más interesados en los trabajos artísticos eran los ancianos; mucho más desde luego que los jóvenes del pueblo. Era divertidísimo ver a un abuelito octogenario aplaudiendo la exposición de Jannet, o diciéndole a Vito lo bien que había explicado su obra de arte.

Por la noche hubo cine al aire libre, donde pudimos ver "Big Fish", después de lo cual nos volvimos a casa en coche a través de carreteras mal asfaltadas. La experiencia me recordó un poquito al "Rolling Roadshow Tour" de Sergio Leone y al pueblecito "Los Albaricoques". La sensación de extrañamiento era similar ante el choque generacional y cultural que allí se estaba produciendo.

Mi enhorabuena por tanto a los organizadores que, me consta, han sacado adelante este proyecto con su propio dinero y a costa de su esfuerzo y tenacidad.

martes, 5 de agosto de 2008

La ventana de Dios

Es el nombre que tiene una zona de Sudáfrica en la que, debido al movimiento de las placas tectónicas, se está formando lo que se ha denominado el "Rift Valley africano", y el resultado es algo parecido a esto:


Si Dios quiere :) estaré por ahí hoy mismo.

Nota: la verdad es que lo del Rift Valley me lo he medio inventado, pero tendría que estar por esa zona, más o menos. Tendría que desempolvar mis viejos libros de geografía y aquel pequeñito que nos hicieron estudiar de Alfred Wegener. ¿Alguien se acuerda de eso?

domingo, 3 de agosto de 2008

Atrapa el fuego

Película de 2006, "Atrapa el fuego" cuenta la historia de Patrick Chamusso, trabajador de las minas de carbón de Sudáfrica, que se convierte en un terrorista miembro del Congreso Nacional Africano después de que el gobierno sudafricano le torture a él y a su mujer y asesine a uno de sus compañeros, tras acusarles injustamente de un atentado en la refinería donde Chamusso trabaja.

El film no es gran cosa, un thriller entretenido enmarcado en los años del apartheid en Sudáfrica. La película no profundiza en las cuestiones del apartheid como pueda hacerlo "Grita libertad" y presupone ciertos conocimientos del espectador, pero es más interesante que la otra cinta en ciertos aspectos, sobre todo los relacionados con la desestructuración de la familia negra como consecuencia del desplazamiento de los hombres a las zonas donde hay trabajo. En este sentido la película se aprovecha de que el punto de vista desde el que está narrada es básicamente negro (aunque intenta acercarse también -con poco éxito- al punto de vista del policía interpretado por Tim Robbins), mientras que en la cinta de Richard Attenborough los protagonistas principales eran el periodista Donald Woods y su familia blanca.

Por tanto esta perspectiva, decía, enriquece en ciertos aspectos la película de Phillip Noyce, aunque no deja de ser una obra un tanto irregular y panfletaria, que no dota al espectador de las claves mínimas para que éste pueda decidir por sí mismo si Patrick Chamusso es un héroe o un terrorista.

Probablemente fuese ambas cosas.


Por desgracia vivimos en un mundo en el que la palabra "terrorista" ha perdido su significado, y nos resulta obsceno imaginar algún tipo de terrorismo justificable. O cuando lo es, los llamamos "guerrilleros". Vivimos en un mundo en el que las palabras se politizan y los significados se disuelven bajo el ruido blanco de los mass media.

Sí. Probablemente Patrick Chamusso fuese tanto un héroe como un terrorista. Ahora vive en una casa donde tiene acogidos a una veintena de niños huérfanos del SIDA, la tercera gran plaga que ha asolado el África negra, junto a la esclavitud y la corrupción.

Chamusso, Biko, Mandela... Pequeños destellos de esperanza en un África que se merece mucho más. África no será libre hasta que los africanos no se liberen de sus propias cadenas.

África por medio de África.

Hoy está previsto que visitemos Johannesburgo. Intentaremos evitar los barrios más conflictivos de la que está considerada una de las ciudades más peligrosa del mundo.

viernes, 1 de agosto de 2008

Seguimos en contacto

Hola a todos.

En unas 17 horas cogo el avión con rumbo a Johannesburgo (previa escala en el Charles de Gaull; espero que no perdamos la escala como cuando fuimos a Nueva York).

De algunos me he despedido y de otros no me ha dado tiempo. Como siempre, la última semana de trabajo antes de las vacaciones suele ser un jaleo, aunque esta vez -al menos en mi caso- ha sido menos agobiante de lo que esperaba. Ayer se lanzó la malla de carga en Endesa y la ley de Murphy, por una vez en la vida, se equivocó. Cuando esta mañana he llegado a Endesa, asumiendo que iba a estar enmarronado hasta las cejas el último día de trabajo, me he encontrado con que todo había ido bien y que tenía tiempo para tomarme un café de despedida con nuestra usuaria (¡Chema, me ha confesado que tiene 30 años!).

En la oficina he estado ayudando a Javi Díaz con la depuración de otra malla de carga, pero todo más o menos tranquilo. Ayer me estresé más porque pensé que me estaba poniendo malo, pero con suerte todo puede quedarse en un susto y en el cansancio que llevo acumulado desde mis últimos días de descanso, allá por diciembre.

Así que no os voy a ver hasta, como mínimo, el 26 de agosto, pero podréis leerme a través de este espacio que es mi blog, ya que he ido planificando algunos pocos artículos a lo largo del mes de agosto.

Un abrazo muy fuerte y hasta la vuelta.