El viernes volvimos a quedar aquellosque en su día fuimos compañeros en el piso de la Vaguada. Unas botas de cerveza y unas hamburguesas con "quechú" y "mustafá" fueron la excusa perfecta para volver al que fue nuestro barrio y nuestra casa durante cuatro años.
Tras las habiuales chanzas a costa de la burbujita de la bota y los inevitables "chorrazos", decidimos hacer una visita de reconocimiento a nuestra vieja finca, con la esperanza de ver a Tini saliendo del bar de al lado. No tuvimos suerte, pero a cambio conseguimos introducirnos en el portal y observamos con estupefacción que nuestros cinco nombres seguían rotulados en el buzón. Hace más de un año que abandonamos aquel nido, y aún nadie había ocupado nuestro vacío en aquel piso en el que tanto compartimos.
Subimos las escaleras con una extraña mezcla de sensaciones de comunión, añoranza y alegría, y nos tomamos en el Hemeya el obligado chupito de licor de hierbas a la salud de Benjamín y de nosotros mismos.
Por un momento todo volvió a ser como antes.
Pero el espejismo pasó con el último apurón al chupito, y me di cuenta de que en realidad ahora quedaba con aquellas personas porque me daba la gana y no porque la convivencia me obligara a ello.
Hoy es sábado, y unos se irán a Cuenca, otros se quedarán en Madrid y yo me estoy yendo a León, y aunque hoy estemos separados, siempre habrá un día en el que decidamos quedar para, durante un par de horas, volver a estar juntos de nuevo.
sábado, 18 de septiembre de 2010
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2 comentarios:
tambien faltamos yo y tenazas!!!
Aunque el pobre tenazas solo podría haber estado en espiritu dado el sonoro final que le dimos.
Efectivamente faltabas tú, aunque en la época en la que íbamos a "La piñata" (la cervecería que estaba al lado del bar de los pollos asados, en la plaza de Cieza) y al "Hemeya" (en Fermín Caballero, al lado del videoclub), ya te habías ido al lado Oscuro de la fuerza :)
Por cierto, creo que percibí el relampagueo de unos ojos cetrinos y metálicos asomando por una de las alcantarillas de Villafranca de los Barros. Es él, lo sé. Sigue buscándonos.
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