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viernes, 16 de junio de 2006

X-Men 3 - España 0

Anoche fuimos a ver X-Men 3 a los cines de la Vaguada, que están al lado de nuestra casa. Iván se va a ir a Asturias dos semanas y decidimos ir al cine a modo de pseudo-despedida.

La película no está mal, aunque me quedo con la segunda. Hay cosas muy divertidas y cosas que dan vergüenza ajena, pero vamos, en general está bien para pasar un rato.

De lo que quería hablar es de la razón que pudo motivar al director a poner una secuencia de 15 segundos detrás de los créditos finales. Como soy un poco lento, me he dado cuenta esta mañana.

La razón no es ni más ni menos que la película acaba con una escena casi idéntica. En lugar de Charles Xavier, la protagoniza Magneto, pero el significado es semejante, resuelto con el mismo tempo.

El director, teniendo estas dos secuencias, tenía cinco alternativas:

1) Ponerlas juntas, una detrás de otra (obviamente quedaría horrible).
2) Alargar una de las escenas; por ejemplo, la de Charles Xavier.
2) Meter una tercera escena entre medias (casi cualquiera de los otros múltiples hilos que se cierran al final del film).
3) Descartar una de ellas (probablemente la opción más difícil de todas, dado lo buenas que son las dos secuencias).
4) Dejar los créditos entre ambas. De esta manera dejamos las dos mejores escenas de la película al final de ésta, y al espectador medio-tonto con un buen sabor de boca.

Al final ha optado por la opción posiblemente más sencilla, pero la que a mí me parece éticamente más reprobable. Una cosa es ir de guay y otra cosa es pasarse de guay. Aunque se parezcan, hay una línea muy bien definida que separa ambas cosas. Y es la diferencia entre motivar la inteligencia del espectador y despreciarla.

Claro que, poniéndonos estrictos, Miyazaki hacía cosas muy parecidas en "La princesa Mononoke" o "Mi vecino Totoro". Y a Miyazaki no me lo toquéis. La diferencia es que Miyazaki integraba el final de la historia en los propios créditos. En "Nausicäa" podías ver quién había sido el ayudante del Chino Cudeiro mientras veías cuál era el futuro próximo del Valle del Viento y asistías al brote de esperanza del final.

En fin, que lo único que no me parece bien es que Brett Ratner no se tome la molestia de insinuar que, cual prestidigitador, tiene un doble final debajo de la manga. Me parece vagancia o incompetencia... aunque lo segundo suele derivar de lo primero. El cine también es 1% de inspiración y 99% de transpiración.

2 comentarios:

Ivan Arrizabalaga dijo...

Yo tengo una opcion más 70tera que hubiera sido la preferida mia.

Pantalla partida, compartiendo musica increcendo (el sonido no es problema xq Magneto no habla).

PD: Y por supuesto finalizando en una taza blanca abandonada, sintoma de la simple naturaleza del universo, :P.

Da5id dijo...

Ostia, pues la verdad es que tu idea es cojonuda. Desde que vi "Requiem por un sueño" he cambiado de idea respecto a la split-screen, que antes me parecía tremendamente hortera.

Además, la pantalla partida hubiese hecho hincapié en la similitud entre ambos personajes: no puede existir uno sin el otro. Si uno muere, el otro también. Y viceversa.

Lo que está claro es que tenemos mucho que aportar al mundo del cine :-D