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lunes, 4 de enero de 2010

Renfe

Siempre me ha gustado el tren. Me parece un medio de transporte seguro, tranquilo y fiable. El impacto medioambiental, una vez acabadas las obras de tendido de vía, es mínimo: apenas una fina hebra plateada desentumeciéndose entre el paisaje.

Es más, tengo desde hace tiempo un borrador en esta misma bitácora en el que quería hablar de ese buenrollismo que genera el tren que, gracias a la política de infraestructuras de alta velocidad de los sucesivos gobiernos, ha creado una red que nos transporta velozmente de una punta a otra de la península ibérica a un coste moderado, con gran rapidez y aún mayor placer.


Sin embargo, esta satisfacción está en juego cuando unos incompetentes como los de Renfe están al mando. Una página web patética (no solo lo digo yo) y, sobre todo, el que el sistema de ventas online sea un sistema completamente independiente y aislado del sistema de venta en ventanilla (estoy imaginándome a la taquillera mirar la página web de Renfe a la hora de asignar una plaza), han hecho que este domingo el tren Alvia en el que volvía de Asturias a Madrid se hubiese vendido dos veces.

Al margen de la devolución del billete a las personas que tuvieron que ir sentadas, o moviéndose de asiento a medida que los pasajeros subían en Oviedo, León, Palencia o Valladolid, es absolutamente lamentable que no pusieran ni un solo vagón extra para absorver al volumen de personas que estaban en dicha situación (créanme, eran unas cuantas).

Según la RAE:

estafa.

[...]

2. f. Der. Delito consistente en provocar un perjuicio patrimonial a alguien mediante engaño y con ánimo de lucro.

El que quiera entender, que entienda.

Por desgracia en esta sociedad las personas hemos olvidado lo que significa el sacrificio y la solidaridad, y en lugar de reclamar a los verdaderos culpables del problema, nos limitábamos a encararnos con los pasajeros inocentes que ocupaban nuestra misma plaza.

Ésa es la verdadera razón por la que Renfe no puso un vagón extra, y por la que (a pesar de las devoluciones de billetes) la estafa le salió, con total seguridad, rentable.

Perseveremos en esta actitud, para que más Renfes sigan el ejemplo y nuestros derechos y libertades sigan empequeñeciendo hasta que desaparezcan en el sumidero del neo liberalismo.

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