Apoya Wikipedia Por la neutralidad de la red Apoya Wikileaks! Vota a otros

sábado, 22 de diciembre de 2007

Como lágrimas en la lluvia

Al ser humano le encanta buscar formas y patrones en la naturaleza. El orden que se encuentra subyacente sugiere elegancia y belleza, y la gente más espiritual puede encontrar en esa armonía el aliento de Dios.

Echando la vista atrás, me encuentro con que el año 2007 está acabando con un tirabuzón y medio y de alguna forma se cierra un círculo para dejarme, aparentemente, igual que estaba hace doce meses: agotado, de vacaciones, con incertidumbres profesionales y académicas… y solo.

El 16 de noviembre fue el peor día de mi existencia. El 16 de noviembre se rompían en pedazos ocho meses de mi vida. El 16 de noviembre yo y la persona que lo sabía todo de mí y con la que había compartido la aventura de vivir, nos alejábamos el uno del otro.

Es muy jodido reconocer, como ya escribí en un artículo anterior, que la persona de la que estás perdidamente enamorado no es la persona adecuada. Es muy duro reconocer que el Amor, al fin y al cabo, no es suficiente. Y lo que de veras es terrible es asumir que, aunque los dos seguimos enamorados el uno del otro, hay cosas que hacen imposible un futuro juntos. Aunque el presente era perfecto, el porvenir se presagiaba oscuro.

Los motivos que todos os preguntáis llegado este punto son sencillos de explicar. Somos demasiado distintos. Lo cual por una parte estaba bien, claro, porque los defectos de uno los compensaban las virtudes del otro. Mi introversión, desconfianza y brusquedad eran compensados por su extroversión, su confianza y su amabilidad. Pero también son necesarios los puentes y los nexos en común. Y esos puentes deberían apoyarse en los valores. Esos puentes nunca existieron. Mi ateísmo y mis posturas políticas van en total contradicción con sus creencias metafísicas, su educación y los ambientes en los que ella creció. Entiendo que ella es incapaz de plantearse un futuro con alguien que se limita a ceder en este tipo de cuestiones, pero que jamás las compartirá con ella. Entended también, pues, que yo sea incapaz de plantearme un futuro con alguien que duda sistemáticamente de esta forma.

¿Motivos? El motivo es que yo era un romántico y ella no. Estaba ciego y pensaba que el impulso del amor podía con todo. La realidad es bastante más cruel que eso. La realidad es que yo sufro, ella sufre, y los dos estamos alejados el uno del otro, lamiéndonos las heridas que nos hemos infligido.

El círculo se cierra y me deja aparentemente en el mismo sitio en el que estaba hace un año. La palabra clave, amigos, es “aparentemente”.

Si el año 2006 fue el año de mi eclosión a la madurez profesional, el año 2007 ha sido un viaje de autodescubrimiento en el mundo de las relaciones sentimentales. Y mi compañera de viaje ha sido ella… y no podría haber sido mejor. Yo la he ayudado a encontrar la paz que le faltaba cuando la conocí, después de una ruptura sentimental, y ella me ha llevado de la mano en un camino de superación personal y me ha hecho escalar cimas que jamás soñé alcanzar. Este diario no es lo bastante grande como para albergar todas las cosas por las que le podría dar las gracias, de forma que ni siquiera lo voy a intentar. Ella ya las sabe.

En una situación de este tipo, hay varias formas de tomarse las cosas.

Podríamos dedicarnos a reprocharnos las cosas que el otro ha hecho, y adoptar una actitud hostil y convertir el amor en odio. La línea es más delgada de lo que puede parecer.

También podríamos recordar los buenos momentos y lamentarnos de los momentos por venir que ahora jamás lo harán, y que jamás sabremos cómo podrían haber sido. Este es el estado por el que pasé los dos primero días después de nuestra separación.

La actitud que prefiero asumir, sin embargo, es otra. No quiero que la rabia o la pena transforme y pervierta en otra cosa todo lo que nos hemos dado a lo largo de estos meses. Sería muy estúpido perder todas aquellas cosas que Ella me ha ido dando, tal vez sin que ella misma se diese cuenta. Ella me ha dado un punto de vista sobre las cosas que no sólo no tenía, sino que ni siquiera sabía que no tenía y necesitaba. Ella me ha hecho saber la cantidad de amor que puedo dar y recibir. Ella es mi medida de amor, en realidad. Ella es la que me ha hecho saber que aún puedo llorar, que aún sé llorar, que necesito llorar de vez en cuando, como mientras escribo estas líneas. Ella me ha hecho ver el mundo con sus ojos, y yo he intentado hacérselo ver con los míos. Nos hemos prestado las manos. Nos hemos intercambiado susurros, alientos, confidencias, sueños, secretos, dolores y deseos. Ella me ha hecho sentirme vivo cuando pensaba que estaba muerto. Ella me ha resucitado. Ella me ha hecho llorar cuando estaba bien, y me ha hecho reír cuando estaba hundido. Ella me prestaba su ánimo cuando a mí me faltaba. Ella me pedía prestado el mío cuando le faltaba a ella. Ella me hizo comprender que yo podía compartir mi felicidad. Ella me hizo compartir la suya. La nuestra. Ella me rompió el corazón. Yo le rompí el corazón.

Más de un mes después de haber terminado aún lloro cuando recuerdo la forma de sus labios, su pelo castaño que parecía cobrizo cuando le daba el sol, sus ojos del color de la miel (que ella siempre decía que eran verdes), sus preciosas orejas con lóbulos no perforados. Su piel blanca como la nieve. Sus pícaros hoyuelos en las mejillas.

Sé que no volverán a ser míos. Mentiría si dijese que no me importa. Pero tengo que reconfortarme en el hecho de saber que lo que ha pasado es, sinceramente, lo mejor para los dos. Cuando sea un viejo chocho y mire hacia atrás la película de mi vida, me detendré un instante en el nombre de Ella y saborearé los momentos increíbles que pasé a su lado. Y podré decir con orgullo: “sí, he amado… y me han amado”.

Dios.

Creo que aún te quiero.

3 comentarios:

Ivan Arrizabalaga dijo...

Siempre he pensado en la vida como en el único viaje sin destino.

Este viaje por tanto sólo tiene sentido si por el camino haces muchas cosas que te colmen de emociones.

No se puede reir siempre ni llorar siempre o de lo contrario no disfrutaremos los contrastes de cada día. No estaremos vivos.

Enamorarse SIEMPRE merece la pena, da igual si luego las personas se separan porque su alma sigue conectada para siempre, de algún modo quien ha amado jamas se sentirá solo.

Hace muchos años estuve mal, perdí la alegría que por suerte me suele acompañar, ni tan siquiera distinguia los días buenos de los malos.

Que cambió??

De repente conocí a Paula, tan díficil para mi como yo para ella, con tantas cosas que nos diferencian y .... el resto ya lo sabeis.

Nunca hubiese aprendido a querer si antes no hubiese sufrido, si yo soy feliz es porque hace tiempo no lo fui.

Ya se sabe, la vida es una montaña rusa.

Por cierto, tu forma de exorcizar demonios es una demostración de poderio, fuerza y personalidad, me quedo sin palabras de verdad.

PD. El miercoles será un gran día.

Anónimo dijo...

De vez en cuando la vida brinda oportunidades. Valiente quien las recoge, las disfruta y las recuerda como lo que fueron, bonitas oportunidades. Las agradece y las aprovecha.

De vez en cuando la vida también te dá codazos. Valiente también aquel que los sobrelleva y se enfrenta a ellos sin amargura ni rencor.

La vida va pasando, va girando, a veces parece que sin sentido. Pero en algún momento, otra oportunidad pasará a tu lado, antes o después, con Ella o no. Y tú la recogerás y disfrutarás de esa oportunidad y de la aquella que en el pasado te enseñó tanto.

(O debería ser así, no?)

Un beso.

PD:Mañana nos vemos, bien!!!!!!!

Anónimo dijo...

Recien descubro tu blog, y buceando en los articulos viejos me encuentro con esta joya.
Es increible que siendo que te conozco apenas, hayas conseguido hacerme llorar al leer tus palabras.
Si es verdad que has amado asi, no te compadezco, al contrario te envidio.
Envidio tu lucidez y tu claridad, para describir con detalle toda su anatomia y lo que es mas difícil aun, describir su alma con todo lujo de detalles.
El que ha amado asi, puede morir en paz.

No se quien es ivoes, pero estoy completamente de acuerdo que solamente aquellas personas que han sufrido, son capaces de amar. Porque solo aquellos que han perdido, son capaces de apreciar lo que han tenido.

Eres bueno, divertido, inteligente, sagaz, freak (me encanta esta palabra), y algún día encontraras otra persona, que te amará y que será capaz de describir tu alma y tu físico de la misma forma que tu has hecho con Ella. Cuando llegue ese día, te deberás a ti mismo, y sobre todo a Ella, la posibilidad de ser feliz plenamente.

Te quiero un montón.
Fdo: Sandrichhh