Tú eres tu universo

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http://www.javiermalonda.com/2011/01/tu-eres-tu-universo/

De todas las enseñanzas que mi padre me ha repetido a lo largo de mi vida, una de las primeras que recuerdo y que más me impactaron fue: “En esta vida, lo más importante soy yo. Si yo no soy feliz, ¿cómo voy a hacer feliz a aquellos que me rodean?”.

Aquello tenía sentido para mí, aunque todavía sentía que aquella piedra mostraba algunos cantos que redondear. ¿No era aquella enseñanza acaso egoísta? Si yo era lo más importante, ¿dónde quedaban los demás? Las veces que en mi vida me tacharon de egoísta no hicieron mucho para hacerme ver la luz. Tuvieron que pasar muchos años hasta que pude completar el cuadro entero.

“Un egoísta es alguien que piensa más en sí mismo que mí”

—Ambrose Bierce

La PNL estudia la estructura de la experiencia subjetiva. Parte de la presuposición de que la experiencia objetiva no existe por la sencilla razón de que no existe un observador objetivo. En una experiencia subjetiva, el individuo es el centro de todo.

Cuando descubrí aquel enfoque, en seguida me di cuenta de que guardaba gran similitud con la enseñanza de mi padre. Que una disciplina humana respaldara lo que me contaba mi progenitor me animó a explorar aquellos flechos que yo creía egoístas.

La profesora pronto nos explicaría que todo lo que hacemos es por y para nosotros mismos, a la vez que nos instó a dejar de engañarnos y a aceptar esa verdad. Con un poco de reflexión, terminé por fin de disipar mis dudas. “En mi vida, lo más importante soy yo”.

El universo en el que vives, el tuyo, es personal e intransferible, y a la vez difiere de todos los demás universos existentes. Ese universo está compuesto de tus propias percepciones, procesadas, filtradas y proyectadas al exterior. Vives en tu propia realidad, en tu propia copia personal del Universo. Valores, creencias, experiencias personales y muchos otros filtros en juego son los que crean la realidad en la que te mueves. Atraes a tu vida personas que representan los aspectos de tu ser que se encuentran en la sombra de Jung. Sonríe, porque allá donde mires, te estarás viendo.


¿Qué es importante en tu propio Universo?

Lo más importante en todo tu Universo es lo que está sucediendo aquí y ahora. Desde una perspectiva subjetiva, más allá de tus percepciones sólo existe una sopa de probabilidades. Puedes pensar en cualquier cosa fuera de los límites de este campo, y estarás sencillamente imaginando, proyectando. Cuando recuerdas, recreas el pasado en el momento presente. Cuando imaginas el futuro, creas el futuro en el momento presente. Lo único que existe es el eterno presente. Y de eso es, precisamente, de lo que te conviene ocuparte.

La preocupación es, en la mayoría de los casos, estéril. Si lo puedes resolver, hazlo. Si no lo puedes resolver, déjalo estar. Preocuparse es eso; pre-ocuparse. Ocuparse con antelación. Nos pasamos la vida preocupados, ocupados en imaginar lo que pudo haber sido o lo que podría llegar a ser. Malgastamos enormes cantidades de energía en estas lides. Y mientras lo hacemos, nos perdemos aquello que está sucediendo aquí y ahora frente a nosotros, lo que verdaderamente nos atañe.

“La vida es lo que pasa mientras estás haciendo otros planes”

—John Lennon

Dentro del momento presente, y desde el punto de vista subjetivo, las cosas están organizadas de manera natural en función de su cercanía. Tú eres el centro de todo; toda tu experiencia gira a tu alrededor. Lo más importante eres tú y lo que sientes. Después está lo que puedes tocar y accionar, y finalmente aquello que queda dentro de tu experiencia aunque fuera de tu alcance físico. Más allá sólo existe una sopa de probabilidades.

¿Si adopto esta perspectiva, no me convertiré en un cerdo egoísta? Bueno, eso depende de ti. ¿Qué tipo de experiencia deseas vivir? ¿Qué quieres crear para ti? ¿Quieres un universo en el que otros se sientan infelices y desgraciados o quieres un universo en el que otros se sientan felices y contentos? Decide lo que quieres y luego da los pasos necesarios para crearlo. En cualquier caso, es tu experiencia y la estás creando para ti. Los demás están simplemente invitados a tu mundo. Podrías elegir romper cosas y hacer daño a otros, pero ¿qué tipo de experiencia estarías creando? ¿Cuáles serían las consecuencias más previsibles? Cada cosa que haces, cada pensamiento incluso, arroja resultados de vuelta como si el exterior devolviera nuestros propios ecos. La experiencia de la vida es de una libertad total, y tú decides cómo empleas esa libertad. No existen ni el bien ni el mal, sólo tu completa libertad para actuar como creas oportuno en función de los resultados que quieras lograr, del Universo en el que quieras vivir.

Puede que pienses que esto no es así, que la vida es una experiencia objetiva, que es absurdamente obvio y que esta perspectiva es un disparate. Que existen el bien y el mal, que están claramente definidos y que las líneas de acción son evidentes. Yo te invito a que consideres esta idea que te presento, a que la explores, y a que experimentes con ella.

En un nivel muy profundo, tu universo es un reflejo de lo que eres. ¿Tienes miedo a experimentar? ¿De qué tienes miedo? ¿De ti mismo acaso?

Anímate. Ahí dentro hay un mundo de posibilidades.

Y recuerda lo que dijo Buda:

“Si tienes miedo, estás equivocado”

—Buda

(Como me siento un saqueador de tumbas por repostear este artículo de Javier Malonda, si te ha gustado puedes ir a su página y hacerle una donación).