Aturdido, pongo una mano delante de los ojos para protegerme del sol, mientras el sonido de la puerta metálica al cerrarse a mis espaldas hace que me recorra un escalofrío.
Han transcurrido los seis meses y un día, y ahora voy a probar si el sistema funciona realmente y he redimido mi pecado de soberbia, o si por el contrario ese medio año solo ha servido para mantener mi ego transitoriamente alejado de la sociedad.
Pienso comprobarlo muy pronto.
Cojo aire, resoplo, y doy un paso hacia adelante...
miércoles, 29 de julio de 2009
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2 comentarios:
Diría que me alegra cantidad leerte nuevamente...si no fuera porque te odio desde que tengo agujetas en los brazos por culpa de TU SALON...Ya puedes ir comprandote la nevera portatil para invitarme a cervezas porque tienes que redimirte, por dos razones. Una, no haber escrito aqui en mucho tiempo. Dos, tu maldito salón.
Ayer hice mi primera compra de comida, para cuando vuelva en septiembre... y no compré cerveza. Lo sé, tengo que solucionarlo. Por cierto, tienes que ver mi pack de cubo y fregona rosa fosforito que me he comprado. Tranquila, le he encontrado un hueco perfecto detrás de la mampara de la cocina. A ver si este finde monto los muebles y quedamos la semana que viene para tomar algo y cerrar el viaje.
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