6 de enero.
Apenas había comenzado el año, y los Reyes Magos nos trajeron unos cuantos meteoritos y bólidos entrando en atmósfera delante de nuestras narices.
O quizá fuera la estrella de Belén que, habiendo hecho su trabajo, ya se marchaba a su casa hasta el año que viene, agotada y con resaca.
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Consultados APOD, SOMYCE y observatorio.info, la hipótesis más aceptada a día de hoy es la de la basura espacial, aunque nadie tiene muy claro lo que vimos aquel día.
viernes, 13 de enero de 2012
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1 comentario:
La verdad está ahí fuera jejejej.Yo también estuve allí y fue realmente impresionante toda la secuencia de bólidos que vimos.
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